LA MELANCOLÍA

Cuando inicié esta parte, y se tocó el tema del pánico, me sentí un sabio del mismo, puesto que mis propias experiencias vividas me delatan, tal es el caso del terremoto que ocurrió en el 2007, me chocó demasiado y pasé por esta etapa, ya que justo estuve en una de las zonas en las que este se desarrolló con mayor fuerza, por tal motivo  pienso en que nunca nadie está libre de los obstáculos que impone la naturaleza. Así buscó olvidar los recuerdos más desagradables por las que pasé, como es el caso de este terremoto y recordarme de momentos felices, uno no debe de olvidar que hay que vivir el presente, para proyectarse al futuro.
Ahora, pienso en cosas positivas, pues sé que momentos difíciles siempre habrá, como la nostalgia que uno pone cuando un familiar se va de este mundo, o cuando no se pudo lograr el proyecto que deseaba, para lo cual he aprendido que las cosas que te perturban en la vida, suceden por algo. Finalmente en el exterior busco reflejarme ante los demás de una manera más divertida, mostrándome alegre para así no solo pensar en uno, sino hacer el bienestar con el resto del mundo.
Quisiera acabar este capítulo, con una parte del poema de Santa Teresa del niño Jesús, ya que al ver tal tema, se me vino a la memoria estas grandes y sabias líneas:
Nada te turbe, Nada te espante
Todo se pasa, Dios no se muda
La paciencia todo lo alcanza
Quien a Dios tiene nada le falta
Solo Dios basta


Previous
Next Post »
Thanks for your comment