En primera instancia, yo pensaba a la soledad de manera distinta, como que si algo me faltara, como si no hubiera alguien a quien se le pudiera contar las cosas, como sentirse en un lugar en el cual habitan cosas tenebrosas, y si observamos más allá, hasta en los propios escenarios se tiene ese concepto, por ejemplo: colocan a una persona triste, melancólica, en un lugar de tempestades oscuras, representan mal la soledad.
Por tal motivo, mediante estos escritos, redefino mi concepto: La soledad no es el estar atado sin saber qué hacer, más bien abraza la soledad. La soledad es tu mejor compañía abstracta, siempre tienes que darte un tiempo para analizarte, escuchar solo tu corazón, para que luego escuches el de los demás, como dije anteriormente primero el cambio está en ti, si queremos mejorar el mundo.
A la vez ha influido mucho en mí, el tema de soledad, pues para ser sincero, yo casi nunca he estado a solas, todo lo tomaba al juego, a la hora de hacer esto; pero al final, hubo una oportunidad en la que me di cuenta del gran valor que tiene la misma, pues te fortalece, se te viene ideas que reflejan lo que sientes en esos instantes, como cuando participe en un concurso de poesía, en la cual antes de subir al estrado principal me di unos minutos para estar a solas y dedicarme a pensar en cómo realizar esta gran hazaña, yo siempre tuve temor a subir y declamar a voz firme, pero gracias a estos valiosos minutos, sentía que una voz me decía: Ayrton, la poesía no es memorizar, sino es vivir y expresar todo tus sentimientos, con lo cual declamé la poesía titulada Versos a María con un gran ánimo que me costó un primer puesto. Así supe la realidad en la que me encontraba y de la cual busqué salir. Ahora ya estoy iniciándome con unos poemarios excelentes y que espero sacarlo a la luz muy pronto.
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